martes, 15 de noviembre de 2011

maltrato infantil

Maltratos y muertes de niños complican al 

Bienestar Familiar


Cuatro casos de infamia en el Bienestar Familiar

Las denuncias se suman a los múltiples escándalos por irregularidades en contrataciones.

Nadie supo qué día nació Wilson Adán Hernández, un niño de 10 años asesinado en Paz de Ariporo (Casanare), ni tampoco cuándo murió.
Su edad fue calculada a mediados del 2006, cuando fue llevado por un policía al  (ICBF) con señales de maltrato físico y sicológico. Para ese entonces no había pisado nunca una escuela y -según los vecinos- pedía comida en la calle. Su padrastro, un obrero, le pegaba con rejos, riatas y palos.
Cuatro años después, cuando salía de un hogar sustituto del Icbf hacia el colegio, Wilson desapareció. Su cuerpo fue hallado en un barranco en agosto del 2010 en tal grado de descomposición, que no se pudo establecer la causa de su muerte.
"La cabeza estaba a un metro del cuerpo, los chulos se lo habían comido. Nunca pensé que se tratara de un niño. Me dio tristeza, lo encontramos destrozado", dijo una testigo de la macabra escena.
Wilson -según los reportes de Medicina Legal- llevaba entre 15 y 30 días muerto. Y lo que las autoridades no entienden es por qué estuvo fuera del radar del ICBF por más de diez días: una joven de 20 años, sobrina de la madre sustituta, reportó su desaparición sólo cinco días antes del hallazgo del cadáver.
Este caso, que llevó a que se cerrara el hogar que lo protegía y se abrieran investigaciones penales y disciplinarias, es uno de los cuatro hechos que conforman un crudo informe con el que la senadora Gilma Jiménez pide una reforma de fondo del ICBF.
"Los casos y las estadísticas demuestran las graves fallas del Sistema de Bienestar y cuestionan seriamente la forma en la que la institución actúa", asegura Jiménez, que sustenta las muertes de los menores con reportes de Fiscalía y Medicina Legal.
Entre el 2007 y el 2011, dice el documento que será presentado ante el Congreso, el ICBF denunció 343 casos de maltrato de menores, esos hogares fueron cerrados y los niños, reubicados.
En este mismo periodo, 271 funcionarios de la entidad fueron sancionados con pérdida de sus competencias. Este año, el Consejo de Estado ha condenado cuatro veces a ese instituto por hechos ocurridos desde el 2001. "El ICBF se debe transformar y dedicarse exclusivamente al cuidado de la niños y los adolescentes", asegura la senadora.

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